Anayet y Vértice de Anayet

Es un bonito día de verano, el cielo esta totalmente despejado y decidimos salir a dar un paseo hasta los picos de Anayet. Resulta muy curioso el contraste del verde de la hierba, el color rojizo de la tierra y el blanco de las rocas, es algo que siempre me ha llamado la atención y me ha atraído. Dejamos el coche aparcado en el Corral de las Mulas (1625 m.), 3 km. antes del Portalet, dado que en verano el acceso hasta el aparcamiento de los remontes de Anayet esta cerrado por una barrera. Este primer tramo por carretera asfaltada no se hace nada agradable, sobre todo cuando uno viene de regreso y el sol aprieta con ganas.

Remontes de Anayet (1745 m.) 0h. Comenzamos a subir ligeramente en paralelo al arroyo que baja de los lagos de Anayet, siguiendo las marcas rojas y blancas de la GR11, junto al barranco de Culivillas. Un precioso sendero nos va elevando sin apenas dificultad por ambas márgenes del arroyo, hasta que nos sitúa en un campa plana y antesala a una zona de bloques que se superan sin ninguna dificultad. Finalmente subimos un fuerte repecho en la margen izquierda para ganar el paso a la cubeta de los ibones de Anayet (2230 m.). Poco a poco la silueta de Anayet aparece ante nosotros en la medida que vamos ganando altura, lo que al principio es un pequeño punto en el horizonte, al cabo de unos minutos se convierte en un impresionante pico afilado.

Tenemos que atravesar toda la cuenca por campas de hierba y senda hacia el collado que vemos entre el Vértice y el pico Anayet. Para ello dejamos a nuestra derecha el ibón más grande y seguimos de frente directos al collado, al cual llegamos ascendiendo por una zona más abrupta por una canaleta de roca rojiza. Ya hemos llegado a la divisoria de las dos cimas (2405 m.) 2h.05´ y nos tenemos que decidir por el orden de la ascensión. Por fin decidimos subir en primer lugar al pico Anayet y a continuación al Vértice de Anayet.

Giramos a nuestra derecha y sorteamos un primer resalte por la otra vertiente descendiendo unos metros. Atravesamos en horizontal bajo un primer resalte del pico, hasta que llegamos a un pequeño collado en la cresta rojiza. hemos llegado a la base principal de la muralla rocosa que atravesamos hacia la derecha en ligera subida (I+), con no buenas presas y cable de apoyo, hasta la base de un escalón (II-) que subimos sin mayores dificultades. 

Continuamos a la derecha por una repisa horizontal, que donde acaba, aparece a nuestra izquierda un estrecho corredor inclinado de hierba con trazas de senda, cuidado con nieve 35/40º de inclinación y muy expuesta, que sin mayores dificultades (I) nos eleva hasta la cima del Pico Anayet (2545 m.) 2h.30´. Hemos disfrutado de la ascensión, día radiante, buena compañía y no hemos encontrado gente, todo perfecto. Las vistas son espectaculares, que cercano vemos el Midi d´Ossau, mas alejados Arriel, Balaitous, Frondiellas, Punta Escarra, Pala de Ip, Aspe, Llana de Bozo y un sin fin de picos, hasta vemos el Anie y la Mesa de los Tres Reyes muy a lo lejos.

Después de un tiempo comenzamos el descenso deshaciendo el camino andado hasta el collado, al cual llegamos sin mayores dificultades, seguro que con niebla o lluvia nos hubiera resultado mucho más complicado y hubiésemos tenido que extremar mucho más las precauciones. No vayamos a ponernos trágicos, el sol calienta con fuerza, apenas vemos algunas nubes finas en el cielo y no hay de que preocuparse. El Vértice de Anayet nos espera y a el dirigimos nuestros pasos.

Seguimos la línea del cordal a nuestra izquierda, donde podemos encontrar algunos cortos tramos de roca que superamos sin ninguna dificultad. Un último resalte nos eleva a la cima del Vértice de Anayet (2559 m.) 3h.30´, vértice geodésico. Magníficas vistas sobre el Anayet, Canal de Izas y Canal Roya. Son las doce del mediodía, buena hora para comer algo, después de la caminata que llevamos nos vendrá bien. Cuando uno esta tranquilo y no tiene preocupaciones es como si el tiempo se detuviera, es lo que nos ha ocurrido y para cuando nos hemos dado cuenta ha pasado un buen rato. Comenzamos el descenso por el mismo itinerario utilizado para la subida y en pocos minutos volvemos a estar en el collado. Continuamos descendiendo y llegamos a la altura del lago de Anayet, que en esta época del año apenas tiene agua. Según vamos bajando por el barranco de Culivillas nos cruzamos con mucha gente que sube hacia los lagos. El tramo final por carretera se nos hace muy pesado, tal y como intuíamos a la mañana, pero ya hemos llegado hasta el choche, 5h.