Spijeoles (3.065 m) vía Gran Diedro (V+)
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Spijeoles es una de las montañas más importantes de los pirineos franceses. Se encuentra en el macizo central y tiene una altura de 3.066 metros. Su ruta normal (F) apenas ofrece ninguna dificultad, salvo el gran desnivel a superar. En su cara este existen varias vías de escalada, siendo la del Gran Diedro la más característica. Con un recorrido de 300 mts y una dificultad de IV+ (máximo V+), es desde hace tiempo, una de las grandes clásicas del Pirineo. Gracias a los sabios consejos de Joseba, gran amigo y consumado alpinista, el gusanillo de poder escalarla nos ha invadido de tal manera que, difícilmente podíamos perder la oportunidad de intentarlo.
Desde la población francesa de Bagnères de Luchon, seguimos la carretera del Col de Peyresourde hasta Castillón, donde tomamos el desvío hacia Oô, último pueblo que cruzaremos. 9 km más adelante llegamos a Les Granges d´Astau (1.130 m), donde acaba la carretera asfaltada y dejamos el coche en el aparcamiento que generalmente, está abarrotado. En un cartel podemos leer: Lac d'Oô, 1:30 H., Réfuge d'Espingo, 2:45 H.
Ascendemos por una pista ancha que rápidamente, se interna en un frondoso bosque de abetos y hayas. La pendiente, cada vez más acusada, va ganando altura en continuos zigzags. Llegamos al inmenso lago de Oô (1.504 m), con su cascada de más de 200 m de altura al fondo. Justo al lado de su desagüe hay un albergue refugio, con muchísimos turistas.
Continuamos por una senda muy marcada, rodeando el lago por el este y ascendiendo por numerosos zigzags, ganamos rápidamente altura. Una vez nos situamos por encima de la cascada, llegamos a un pequeño valle, antesala del Col d'Espingo (1.967 m).
El pico Spijeoles, que ya lo hemos visto según veníamos, aparece en todo su esplendor. El refugio de Espingo (1.955 m) a nuestra derecha y el lago a sus pies, rodeado todo ello de verdes prados, forman un conjunto espectacular.
Después de cenar repasamos una y otra vez la vía de escalada del gran diedro, pero ni así nos vamos del todo tranquilos a dormir. A las 5:30 h suena el despertador y nos levantamos como un resorte. Estamos solos en el comedor, que raro, nunca nos había pasado esto. A las 6:00 h salimos con la ayuda de los frontales, dado que todavía es de noche.
Descendemos hasta el lago Saussat (1.921 m), lo rodeamos por la izquierda hasta su cabecera, donde está permitida la acampada, y comenzamos a ascender por un camino de losas, paralelo al río. Un poco antes del puente metálico que lo cruza y nos llevaría al refugio del Portillón (2.540 m), una senda que parte a nuestra derecha y que está marcada con dos hitos, nos eleva rápidamente hacia el contrafuerte que baja del pico Spijeoles.
Seguimos en todo momento los hitos, que nos ayudan a descubrir el camino. Una vez llegamos bajo la franja rocosa de color rojizo, a la derecha de un nevero permanente, ascendemos por una chimenea vertical (III) y un tanto delicada, de roca muy descompuesta.
Hemos llegado a la base de la pared este de Spijeoles y comienzo de nuestra vía.
Largo l (IV): Comenzamos un poco a la derecha de la chimenea y estamos obligados a realizar una pequeña travesía hacia la izquierda para poder llegar a ella.
Una vez dentro encontramos el primer clavo, lo que nos confirma que estamos en el camino correcto. La roca es muy buena y los agarres excelentes. Después de 55 m llegamos a la primera reunión (equipada).
Largo II (IV+): Seguimos subiendo por la chimenea, que a pesar de su verticalidad, no ofrece grandes dificultades (IV). Varios clavos nos ayudan a asegurar la ascensión.
Unos metros más arriba, giramos a la derecha dirigiéndonos hacia unos pequeños desplomes que dejaremos a nuestra izquierda (un clavo) para llegar a una pequeña repisa (IV+), donde encontramos la segunda reunión (2 clavos).
Una cordada de franceses que nos sigue, se quedan un par de metros por debajo de nosotros e improvisan su reunión. No hay espacio para todos.
Largo III (IV): Nuevamente salimos por la izquierda y ascendemos por una canal con varios clavos, hasta que llegamos a un estrechamiento.
Si llevamos mochila podemos tener problemas para pasar, salvo lo hagamos por fuera de la estrecha chimenea. No son muchos metros. Una vez la superamos continuamos por terreno más favorable hasta la reunión (2 clavos).
Largo IV (IV): Continuamos nuestra progresión por la evidente fisura (algunos clavos), sin apenas dificultad. Hasta el momento la escalada nos está resultando bastante más sencilla de lo que habíamos pensado, pero no nos olvidemos que faltan los largos más delicados de la vía.
Un nuevo estrechamiento nos sale al paso. Se puede evitar por la izquierda. Si decidimos seguir por él, la mochila nos puede volver a molestar. Una vez superado, en pocos metros nos situamos en la reunión (clavo).
Largo V (IV): Continuamos ascendiendo por un pequeño espolón que nos conduce a una estrecha brecha, que superamos sin mucha dificultad.
Una nueva chimenea nos conduce hasta la siguiente reunión (clavo). La previsión meteorológica anuncia cambios para el medio día, pero vemos que cada vez se está nublando más y ciertamente nos preocupa.
Largo VI (IV): La cordada francesa nos pide les dejemos pasar a lo que accedemos. Subimos por la izquierda de una estrecha chimenea, que más arriba se tiendo un poquito, desde donde ya podemos ver el impresionante gran diedro. Nos acercamos hasta su inicio donde montamos la reunión en un clavo. A partir de aquí comienzan los largos más bonitos e intensos de la vía.
Largo VII (IV+): Subimos directamente por el diedro. Las paredes parecen completamente lisas pero en la medida que ascendemos, van apareciendo pequeñas presas para las manos y alguna regleta para los pies. La reunión está equipada con tres clavos en la misma fisura vertical. El cielo se ha nublado completamente y parece que quiere llover.
Largo VIII (IV+): Como temíamos ha comenzado a llover. La niebla lo está envolviendo todo y ha empezado a granizar. Mal sitio para que ocurra esto. La cordada francesa ha montado una reunión improvisada con una cinta en una laja. Han decidido no seguir los clavos y se han desviado un poco a la derecha de la vía. Los pies de gato no tienen ninguna adherencia y los dedos resbalan más que agarran. Son momentos de muchísima tensión. Salimos de la segura reunión y Unai decide seguir los clavos que se dirigen hacia el bloque, desde donde parte el largo más difícil de la vía. Al final desiste y se decide a seguir los pasos de la cordada francesa y monta la precaria reunión en la misma laja.
Largo IX (V+): Tenemos muchas dudas, la roca está totalmente mojada y no nos da ninguna confianza. No nos decidimos a atacar el último largo y esperamos a una nueva cordada que viene tras nuestros pasos. Se trata de un guía y su cliente. Tenemos dudas en continuar los pasos de la cordada francesa, se han desviado muy a la derecha de la vía. Hablamos con el guía y descartamos seguir los pasos de la cordada francesa.
Negociamos con el guía para que sea él quien continúe de primero. Observamos sus movimientos con muchísima atención. Vemos como va chapando poco a poco los clavos, que por suerte, son bastante abundantes. A pesar de su destreza, en un par de ocasiones resbala y…. Después de unos minutos de muchísima tensión, consigue llegar a la última reunión. Respiramos aliviados.
Ahora es nuestro momento. Unai comienza la escalada intentando seguir los pasos del guía. Los ánimos por nuestra parte no le faltan pero la pared no ofrece mucha confianza. La niebla vuelve y el granizo también. La temperatura ha bajado y el frío hace mella, apenas sentimos los dedos.
Poco a poco va superando la pared vertical. No tarda mucho tiempo en llegar a la reunión, aunque a nosotros se nos ha hecho eterno. Menudo alivio sentimos. Ahora sabemos que terminaremos la vía. Le sigue Beñat y quedo yo para el final.
Una vez conseguimos llegar los tres a la reunión, nos fundimos en un abrazo. La intensidad de los difíciles momentos vividos da paso a la alegría y a la satisfacción. En ningún momento nos ha invadido el pánico y siempre hemos tenido la cabeza fría para tomar las decisiones más correctas. Ciertamente, las condiciones en las que hemos escalado han aumentado el grado de dificultad y esto era más que un V+. Además de lo que hemos disfrutado de la escalada de este excepcional diedro, hemos aprendido mucho.
Una vez en el collado, aparece ante nosotros el precioso Lac Glace o Lac du Port d´Oô. En apenas cinco minutos nos plantamos en la cima de Spijeoles (3.065 m).
El regreso lo hacemos descendiendo por la ruta normal.
Ficha técnica
- Ruta: Spijeoles Gran Diedro
- Desnivel:300 m.
- Ubicación:Pirineos
- Categoría : Escalada clásica
- Dificultad:D+
- Graduación de la escalada en roca:V+
- Número de largos:10
- Termina en el punto de salida:Sí
- Tiempo acceso:2:45 h al refugio y 1:30 h a la vía
- Acceso:Desde Les Granges d´Astau (1.130 m), a 9 km de la localidad d´Oô, y el refugio d´Espingo (1.950 m)
- Tiempo ascenso:5h
- Tiempo descenso:1:40 h
- Características:Escalada intensa y de dificultad constante. Salvo los últimos largos, uno no tiene la impresión de estar colgado en el vacío, por ir en todo momento por el interior de canales y chimeneas.
- Material:2 cuerdas de 60 m, cintas expres, friends, cintas, casco, arnes y pies de gato
- Condiciones:Roca granítica excelente y muy fiable. Esta equipada con clavos, sobre todo los pasos más delicados. La meteorología cambiante del Pirineo puede darnos algún sobresalto. Nosotros tuvimos un tiempo excelente los 7 primeros largos y en los 3 restantes nos llovió, granizó y envolvió la niebla.
- Época: Verano, Otoño, Primavera
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