Pitón Von Martín (Palas)
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El Palas esconde varias rutas de ascenso, cada cual más escarpada. Pero una de las vías clásicas que sobresale por su dificultad y belleza, corona el Pitón Von Martín. Su graduación sostenida, su ambiente aéreo y su precioso diedro final agotan tanto física como mentalmente al bienaventurado, pero en su conclusión, la satisfacción de lo realizado ensombrece cualquier atisbo de duda que hayamos tenido en el recorrido. ¡Qué gran montaña es el Palas!
Nuestro día comienza a las 3:30 de la mañana, cuando nos despertamos a 3 horas en coche de Portalet. Cuerdas, juguetes, casco y mochila en mano, nos lanzamos hacia la conquista de la pared con sólo dos horas de descanso. Llegamos al Parking de Soques a las 7 de la mañana. Nos preparamos y comenzamos a caminar a marchas forzadas, cargados como mulas, ya que el día se nos presentaba muy incierto. Habían anunciado tormentas eléctricas. Si nos pillase una de estas tormentas en la mitad de la pared, hubiésemos sido unos perfectos para-rayos con tantos trastos metálicos colgando en el arnés...
A las 9:30 llegamos al refugio guardado de Arremoulite y decidimos, después de intentar ascender el Pitón Von Martín, quedarnos a dormir allí al final del día. Hablamos con el guarda y nos confirma que estábamos de suerte, ya que diez minutos antes había llamado una pareja para cancelar su reserva. No llevábamos tiendas, por lo que nos hubiera tocado vivac-ear si no hubiésemos encontrado sitio.
Ya casi eran las 11:30 cuando sobrepasamos el collado que va hacia la chimenea Ledormeur (vía normal de acceso). Nuestra vía comienza en la primera canal hacia la izquierda, subiendo por un pedregal. En teoría, hay que subir hasta la pared con una franja blanquecina. Nosotros nos confundimos de camino, ya que a la izquierda de la canal había nieve que no nos permitía pasar hacia el centro de la canal, donde transcurría el camino de subida. Bordeando la pared de la izquierda, nos quedamos a medio camino, sin poder avanzar, ya que la pared nos exigia que sacasemos la cuerda o la otra opción era cruzar la pala de nieve hacia el centro de la canal. La nieve tenía mucha inclinación y no teníamos las herramientas adecuadas para poder cruzarlo, por lo que decidimos abordar la pared antes de lo que realmente tendríamos que hacer. Esto nos hizo perder un valioso tiempo, pero abrimos una variante diferente del Pitón Von Martín.
Variante:
1er largo (II, 20 m.): Abordamos la pared de la izquierda por una chimenea. No tenía gran dificultad, pero la roca era de pésima calidad.
2º largo (IV, 60 m.): Continuamos por la chimenea, esta vez girando sensiblemente hacia la derecha. A priori no parce una escalada nada complicada. De hecho, la mayoría de los pasos son de caminar. Pero hay un par de tramos que exigen una mayor concentración. Pero, sobretodo, porque la roca es malísima, y no se pueden meter seguros flotantes.
3er largo (II+, 50 m.): Una vez coronada la chimenea, salimos a la arista y lo bordeamos por el lado francés. Destrepamos para llegar al collado de la vía original.
Nos incorporamos a la vía normal. En la vía normal hay un solo largo de IIº grado antes de llegar a este punto.
1er largo (III+, 30 m.): Nos adentramos en la arista de grandes bloques. La dificultad de este tramo es la de cómo evadirlos. Reunión en bloque.
2º largo (IV, 40 m.): Evitamos la pared de enfrente, bordeando la pared y haciendo un pequeño ladeo expuesto. Veremos que hay unos cordinos más abajo, pero nosotros lo pasamos por arriba. Después de ladear unos 15 metros, atacamos la pared siempre yendo levemente hacia la derecha. Subimos una especie de diedro, que es lo que le da la dificultad a la vía. Después de superarlo, veremos un pitón metido en un bloque. El cual nos indica que vamos por buen camino. Seguimos 10 metros más y montamos reunión en un bloque.
3er largo (IV+, 50 m.): Desde el bloque que teníamos hecha la reunión, hay una estrecha chimenea para subir. En posturas no muy ergonómicas nos alzamos encima de las rocas que nos bloqueaban la ascensión. Después daremos con un reunión en un sitio no muy cómodo. Nosotros continuamos hacia arriba. La pared donde se encuentra la reunión no es fácil de superar (IV+). Después de superarlo, tomamos descaradamente hacia la izquierda para volver otra vez a la arista. Aquí hicimos otra reunión muy cómoda.
4º largo (IV, 40 m.): Parece el tramo más sencillo, con pasos de I y II, pero hay un resalte a mitad de vía que nos pone a prueba la concentración. Después de otros 10 metros, reunión en un gran balcón.
5º largo (IV, 50 m.): Comenzamos con una pared de IVº grado. Después de superarlo, ladeamos otra vez hacia la derecha, para buscar siempre el camino más sencillo de ascensión. Llegamos a una zona de muchas grietas en grandes bloques. Parece que estamos medio perdidos, pero decidimos tirar para arriba superando dificultades de IVº. De pronto, en frente nuestro, aparece el precioso y perfecto diedro.
6º largo (V+, 30 m.): El diedro es corto pero espectacular. En el pliegue de las paredes hay una grieta que nos ayuda mucho a tener unos buenos agarres. Nos aseguramos con un par de friends pequeños y el último seguro lo hacemos en un pitón que hay incrustado casi al final de la pared. A partir de aquí, no hay apoyos para los pies. Hay un buen agarre para la mano derecha en la grieta, echamos el cuerpo hacia atras en contraposición a la pared e impulsándonos hacia arriba, conseguimos un buen agarre con la mano izquierda al final del diedro. ¡Vaya pasito! Pero no acaba aquí: Llegamos a un balcón que nos da un respiro. A nuestra izquierda hay un gendarme cerca de la pared que nos invita a infiltrarnos por su grieta para ascender, pero es demasiado estrecho. Por lo que no nos queda otra que afrontar la pared. Realmente no hay muchos agarres, pero apoyando los pies en la grieta del gendarme, y en una posición de abrazar la pared de enfrente, encontramos dos buenos agarres en cada esquina. Damos un paso y nos subimos al gendarme. Desde aquí, ya tenemos la pared superada. Arriba, montamos la reunión.
7º largo (I, 30 m.): Caminar hasta la cima del Pitón Von Martín.
A partir de aquí, se nos presentan dos opciones. La primera era llegar hasta la cumbre del Palas. Para ello, había que superar la denominada Torre, con un largo de IV+, pero muy expuesto. Y seguir con alguna trepada de III y algún destrepe. El descenso se haría por la vía normal o chimenea Ledormeur.
La segunda opción era la de tomar la vía de salida para bajar al refugio. Nosotros tomamos esta opción, ya que nos habíamos pegado una paliza descomunal despertándonos a las 3 de la mañana, habiendo porteado bastantes kilos sobre nuestras espaldas y llevando más de 5 horas de escalada después de habernos confundido de camino.
8º largo (II+, 20 m.): Destrepe al collado entre el Pitón y la Torre.
Rapel: Hay cordinos para rapelar. El primer rapel de 50 metros. El segundo a 15 metros. El tercero a otros 50 metros. Y, aunque ahora ya podamos destrepar y vemos donde termina la pared, optamos por rapelarlo con otros 50 metros de largo.
En general, la roca es de buena calidad. Encontraremos pasos de todo tipo. El diedro final es precioso. Pero, en todo momento, tendremos la sensación de no saber muy bien si estamos yendo por el buen camino.
Ficha técnica
- Ruta: Palas Pitón Von Martín
- Fecha de ascenso:20-07-2013
- Desnivel:350 m.
- Ubicación:Pirineos
- Categorías : Arista, Escalada clásica
- Dificultad:D
- Graduación de la escalada en roca:V+
- Tiempo acceso:1h 15 min.
- Acceso:Desde el refugio de Arremoulite, subir al collado por la ruta normal de acceso al Palas y, después de cruzar el valle, tomar la primera canal a la izquierda, hasta llegar a la base de la pared, con una marca blanquecina característica.
- Tiempo ascenso:5 a 6 horas
- Tiempo descenso:2h.
- Características:Escalada sostenida de dificultad media IV, exigente, y con un precioso diedro peleón (V) al final del pitón.
- Material:Dos cuerdas de 60m, casco, friends, fisureros, cintas (muy útiles), expresses y pies de gato (opcional, pero recomendado para el último diedro).
- Condiciones:Sin nieve y soleado.
- Época: Verano, Otoño
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