Néouvielle y la arista de Trois Conseillers

Salimos el viernes tarde una vez terminada la jornada laboral y nos acercamos hasta la Reserva Natural de Nouvielle, después de dejar atrás el bonito pueblo de  Saint Lary Soulan. Son las once de la noche y esta muy oscuro cuando paramos el coche en el aparcamiento del lago d´Aubert y plantamos la tienda de campaña a su lado. No tenemos mucho tiempo para dormir por lo que enseguida nos metemos en nuestros sacos y tratamos de descansar.

Nos levantamos a las 6:00 horas y nada más recoger los sacos y la tienda, desayunamos y nos disponemos para comenzar a caminar. Por más que busco no consigo encontrar mi frontal, seguro me lo he dejado en casa, que raro. Trato de ir lo más cerca posible de Beñat y Unai, que si llevan su frontal, comenzamos a ascender con decisión por grandes bloques de piedras dirección al paso del Gato. No me es nada fácil seguirles y no hago más que tropezar, menos mal que pronto amanecerá y eso me alivia un poco.

No nos resulta sencillo pasar a la vertiente del Cap de Long. Vamos caminando por la base de la muralla del Ramoun, dirección a la brecha de Nouvielle. El camino es claro y sin ninguna dificultad nos eleva hasta el comienzo de la brecha. Un primer tramo aéreo y que nos obliga a utilizar las manos (II), da paso a una pedrera muy vertical, que no sin esfuerzo, nos sitúa en lo alto de la Brecha de Nouvielle (2926 m.), entre las cimas de los Tres Conseillers y el Nouvielle.

Nos dirigimos a nuestra izquierda para ascender a la cima de los Tres Conseillers (3039 m.). Las vistas sobre la arista del Nouvielle son privilegiadas. Continuamos descendiendo por la arista dirección al Turon de Nouvielle, atravesando grandes bloques graníticos en un sin fin de subidas y bajadas, hasta que llegamos al collado del Touron y sin ninguna dificultad a su cima (3035 m.), que esta culminada con un gran hito de piedras. Siguiendo la arista, vemos a nuestros pies la cima del Pointe Reboul Vidal (3007 m.), a la que dirigimos nuestros pasos y llegamos sin apenas dificultad.

Deshacemos el camino hasta la Brecha de Nouvielle (2926 m.) y la base de la arista, en la que ya vemos algunas cordadas escalando. Hay mucha gente en el inicio de la arista y decidimos esperar, aprovechamos para recuperar fuerzas y cambiarnos las botas por los pies de gato, además de colocarnos el arnés, el casco y preparar las cuerdas.

Unai comienza la escalada del primer largo, bastante sencillo (II+) y para cuando nos damos cuenta ya ha montado la primera reunión. Beñat y yo le seguimos. El segundo tramo es algo más exigente que el anterior, pero lo supera sin grandes complicaciones (II-III)  hasta que llega a la base de un resalte y primer obstáculo serio, donde hay un pitón.

El patio que tenemos a ambos lados impresiona pero vamos muy seguros y la excelente roca granítica nos da mucha confianza. Unai va con decisión, alguna fisura para las manos y apenas donde apoyar los pies (pitón), a pesar de su verticalidad supera con relativa facilidad los cinco metros de muro (IV).

Parece que la arista nos da un pequeño respiro y por terreno más inclinado (I-II) continuamos entre grandes bloques y el abismo a nuestros pies. Hemos llegado a la base del diedro que tanta inquietud nos ha generado. Sabemos que hay una opción de sortearlo por la derecha y es algo más sencilla, el paso del buzón,  pero decidimos atacar directamente el precioso y vertical diedro (10 m. y IV+). Hay un pitón y un friend que nadie ha podido sacar y donde nos aseguramos. Unai va pletórico y con una coordinación perfecta supera el diedro con relativa facilidad, da gusto verle.

A partir de este momento, la arista nos vuelve a dar un pequeño respiro, debemos de trepar y destrepar un par de brechas, muy aéreas, hasta que llegamos al último resalte importante conocido como “La Proa”. Muro vertical que protege el acceso a la cima y que tiene forma de proa de barco. Lo atacamos por la derecha, las presas son abundantes y excelentes, unas repisas que suben en diagonal (III) nos conducen a la antecima.

Aprovechamos para quitarnos los pies de gato que ya han hecho su función y además ya nos empiezan a molestar, y sin apenas dificultad (I) llegar a la cima del Nouvielle (3091 m.). Estamos exultantes de felicidad, la escalada ha sido muy bonita y elegante. La panorámica desde la cima es impresionante, Vignemale, Circo de Gavarnie, las Tres Sorores, Circo de Troumouse, Poset, Bachimala, Pic Long, Campbiel, y un sin fin más.

Comenzamos a destrepar hacia nuestra izquierda para evitar un pronunciado corte y tras superarlo, giramos hacia la derecha intentando perder la mínima altura posible para volver a encaramarnos a la arista dirección al Ramoun. Es un continuo subir y bajar por pequeñas brechas, hasta que llegamos al collado. Una pared vertical con buenas presas (III) da paso a una zona de grandes bloques, que sin grandes dificultades nos dejan el la cima del Ramoun (3011  m.) y final de esta preciosa arista.

Nos hacemos la foto de rigor y sin perder más tiempo comenzamos el descenso. Aprovechamos los diferentes anclajes existentes para montar nuestro rapel y en dos largos de cuerda nos situamos en la base del muro y porque no decirlo, desagradable pedrera que nos acompañará en el descenso y en paralelo a la base de la cresta de Barris-D´Aubert.

Una vez alcanzamos la cota 2.400 m, rodeamos el cordal que baja del Ramoun y bajamos zigzagueando hasta la presa del lago de Aubert y en un par de minutos conseguimos llegar a la altura de nuestro coche.

Esta espectacular escalada nos ha proporcionado unos inolvidables momentos, a la vez que nos ha hecho disfrutar como niños. Por cierto, es muy recomendable madrugar para evitar los colapsos que se producen en la vía y porque el recorrido es muy largo y se hace muy duro.