Vignemale y su arista
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La palabra Vignemale siempre nos ha infundido muchísimo respeto y admiración. La verticalidad de su cara norte, su espectacular glaciar y su porte altivo han hecho de él una cima mítica y que siempre había sido venerada por nosotros. En la medida que fuimos sumando experiencia en la montaña, la idea de ascender su glaciar, recorrer su extensa arista y hollar todas sus cima comenzó a tomar forma. Parece ser que ha llegado el día de intentarlo y aprovechando que estamos en Gavarnie pasando unos días de vacaciones, ponemos fecha para el intento.
Salimos de madrugada y ascendemos en coche hasta la presa de Ossue (1830 m.). Comenzamos a caminar a través de un llano y ancho valle que parece no tener fin, hasta que llegamos a la altura de un gran nevero que se encuentra a nuestra izquierda y por el que comenzamos a ascender. El camino es muy ancho y bien marcado, no en vano es el de ascenso al refugio de Bayssellance (2651 m.), pero antes de llegar hasta él giramos a nuestra izquierda y entramos directamente al glaciar. Esta amaneciendo y el sol ya se ve reflejado en las cimas a las que nos dirigimos. Sin perder tiempo nos colocamos los crampones y comenzamos la ascensión evitando las grietas que nos encontramos a nuestro paso. Salvada la primera parte empinada, llegamos a una zona mucho más tumbada y por la que caminamos con relativa facilidad.
Estamos en la base de la cresta y nos encaramamos a ella, aunque no nos resulta nada fácil, la roca está totalmente descompuesta y a cada paso se deshace como si de un terrón de azúcar se tratara. Estamos en la cima Punta de Chausenque (3154 m.) y lo que nos parecía un sueño años atrás se empezaba a materializar. Continuamos por la arista hasta que llegamos al Pitón Carré (3197 m.), muy aéreo y sin apenas sitio para dos personas en su cima. Una foto y descendemos a la impresionante brecha de Gaube (3152 m.), embudo superior del vertiginoso "Couloir de Gaube" y que con sólo asomarnos nos sobrecoge.
Nos colocamos los Crampones y volvemos a entrar en el glaciar para poder llegar hasta la base del Pique Longue y una trepada relativamente fácil nos eleva hasta su cima (3298 m). Increíble, quien nos lo hubiera dicho. Estamos eufóricos y no es para menos. Las vistas son magníficas miremos donde miremos y pasamos un tiempo admirándolas, hasta que decidimos continuar la arista descompuesta, que nos da mucho más trabajo de lo que pensamos. A duras penas hemos llegado hasta el Clot de Hount (3289 m.) y una vez descendemos hasta el collado de Cerbillona (3195 m.) nos encontramos con las famosas grutas Russell, agujeros horadados en la roca y donde el Conde Russell pasaba largas temporadas. Por desgracia, el glaciar ha descendido su grosor y lo que antaño podría estar al alcance de cualquiera, ahora se encuentran unos 5 metros por encima de su nivel.
Continuamos hasta el pico Cerbillona (3200 m.) sin ninguna dificultad y seguimos por el collado Lady Lister hasta el pico Central (3225 m.). A partir de este momento la arista se afila y a pesar de que la caída hacia el glaciar nos infunde respeto, no digamos nada si miramos hacia la vertiente del río Ara, el vacío a nuestros pies parece interminable. A pesar de ello llegamos al pico Montferrat (3219 m.) sin ninguna dificultad. Hemos recorrido la parte de la arista que rodea el circo que forma el glaciar del Vignemale, no obstante aún nos queda la parte más aérea y arriesgada de la arista y que ciertamente más nos cuesta. Comenzamos a descender utilizando las manos para ello y cada vez se empieza a complicar más. Encontramos un cordino anclado en una roca y lo aprovechamos para pasar nuestra cuerda, muy pequeña para la ocasión (30 m.), y descolgamos a Beñat para que valore la dificultad del tramo que tenemos que recorrer. La caída hacia el valle de Ossue es impresionante, así como a la vertiente del río Ara. Irremediablemente tenemos que descender por la vertiente del valle de Ossue y Beñat no nos da muy buenas noticias de su prospección. El tramo que nos queda por descender no es muy largo pero la verticalidad de la pared, las pocas presas y la nula fiabilidad de éstas, nos dan qué pensar. Después de muchas dudas tomamos la decisión de continuar, Beñat va primero, Unai a continuación y yo último. Cada vez que uno de ellos consigue llegar a la zona menos expuesta respiro aliviado, no me perdonaría si les llegase a pasar algo, por fin es mi turno, comienzo titubeando y con los pies temblorosos pero a medida que avanzo me voy sintiendo más seguro y convencido que lo podré conseguir. De un salto llego hasta donde están mis dos compañeros y nos fundimos en un abrazo.
El resto de arista que nos queda es muy sencilla y sin ninguna dificultad conseguimos llegar hasta el pico Tapou (3150 m.) y a continuación al pico Milieu (3130 m.) y final de la arista. Estamos cansados pero muy contentos y no hay más que mirarnos. La tensión vivida en la última parte de la arista ha dejado paso a la euforia y la satisfacción. De no atrevernos ni a acercarnos hasta este lugar tan emblemático para nosotros, hemos pasado a atravesar su arista casi en su totalidad. Son las 15:30 h., que mejor momento para comer y beber para reponer fuerzas una vez hemos conseguido nuestro objetivo.
Hemos decidido descender hasta la cabaña de Lourdes y ahí vamos ladera abajo, atravesando algunos neveros y grandes bloques de piedra. Como se nos está haciendo un poco largo el día y además, en Gavarnie nos están esperando Marijo y Enara, cambiamos de planes y nos lanzamos directamente hacia el Barrage d´Ossue, no hay ni camino, ni tan siquiera trazas de senda, pero lo que tenemos muy claro es que nuestro destino está en el fondo del valle. No nos está resultando nada fácil el descenso y necesitamos más tiempo del que hemos calculado, no en vano son más de mil metros de desnivel. Por fin conseguimos bajar hasta el nevero que hemos atravesado en la subida y ya sólo nos queda llegar hasta el aparcamiento de la presa d´Ossue, donde horas atrás hemos dejado nuestro vehículo.
Verdaderamente ha sido una experiencia muy gratificante y que bien ha merecido la pena. Nuestra admiración por este macizo sigue intacta a pesar de haber hollado sus espectaculares cimas. No es de extrañar que el Conde Russel pasase aquí grandes temporadas encaramado a ellas, sólo y alejado del mundo, ni que ascendiera 33 veces a su cima. Mandó construir varias grutas y consiguió una concesión en propiedad por un periodo de 99 años, de 200 hectáreas de rocas y glaciares situados a más de 2300 m. de altura y que convirtió en su segunda casa.
Ficha técnica
- Ruta: Pique Longue Desde la presa d´Ossue
- Fecha de ascenso:26/08/2010
- Desnivel:1.452 m.
- Ubicación:Pirineos
- Categorías : Arista, Subida a pie
- Dificultad:PD
- Ruta circular:Sí
- Termina en el punto de salida:Sí
- Tiempo acceso:8h.40´
- Acceso:Desde la presa d´Ossue (1830 m.) 8 km. de pista desde Gavarnie.
- Tiempo ascenso:11h.
- Tiempo descenso:2h.20´
- Características:Posibilidad de realizar 11 tresmiles en un mismo día. Tramo más complicado entre Montferrat y Tapou, con paso muy aereo de III.
- Material:Crampones, piolet, cuerda y casco.
- Época: Verano
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