Travesía circo de Gavarnie

Escrito por Capra Alpina.
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Se trata, sin duda, de la zona más visitada de los Pirineos, por ser la más hermosa. Ya en el siglo XIX, el circo de Gavarnie atraía a la gente elegante y hoy en día, una gran muchedumbre se precipita hasta su cascada, la mayor de Europa y 5ª del Mundo, en desnivel de vuelo de caída. Sus aguas provienen del Lago Helado del Monte Perdido. Esta maravillosa cresta, que va desde Astazou al Taillón y Gabietos, es una de las más bonitas que existen y si además le añadimos El Cilindro y el Monte Perdido, tendremos a nuestra mano las grandes perlas de los Pirineos centrales.

Teníamos muchas ganas de recorrer esta espectacular ruta, además de hollar sus impresionantes cimas y para ello necesitábamos, cuando menos, 4 días. Aprovechando los últimos días de junio, por ser los más largos, nos acercamos hasta Gavarnie y dejamos nuestro vehículo en el aparcamiento del Refugio Grange de Holle (1500 m.) CAF Lourdes. 50 plazas y abierto desde Diciembre hasta Octubre, Telf. 0562924877.

Día 1 - Aparcamiento Refugio Grange de Holle (1500 m.) Medio día. Cargados hasta los dientes nos ponemos la mochila en los hombros y comenzamos a ascender, en un principio siguiendo la carretera que se dirige a la estación de esquí de Gavarnie-Gedre. Poco a poco y aprovechando los atajos, conseguimos abandonar la carretera y ya por terreno herboso continuamos nuestra ascensión. El sol aprieta con fuerza y no sin esfuerzo, conseguimos llegar hasta la estación de esquí y remontando por una de sus pistas, vamos ganando altura rápidamente. A partir de aquí, aunque la cuesta sigue con su sentido ascendente, se hace más llevadera y ya empezamos a ver los coches aparcados en el Coll de Tentes, lugar de partida de muchas rutas por estas impresionantes cimas (2200 m.).

Caminamos 2 km. por asfalto hasta el Puerto de Boucharo o Puerto de Bujaruelo (2270 m.) y continuamos a nuestra izquierda, remontando una pendiente inicial (ESE) que nos lleva a un valle suspendido. Sin ninguna dificultad y por terreno llano seguimos nuestro camino hasta encontrarnos con el torrente que desciende del glaciar de los Gabietos y que atravesamos sin ninguna dificultad. Seguimos faldeando la impresionante cara norte del Taillón sobre el barranco de Pouey Aspé. Cuando nos encontramos con la senda que sube directamente desde Gavarnie, giramos al (SE) por pedrera y ascendemos en dirección al torrente que baja del glaciar del Taillón. Cuidado en este tramo puesto que no siempre es fácil cruzarlo sin que uno se moje. Hay más de una posibilidad de poder cruzarlo, incluso hay instaladas unas cadenas que hacen de pasamanos para asegurarnos, pero nosotros decidimos cruzarlo por la parte más baja por unas grandes piedras (¡¡¡no nos mojamos!!!).

Una pendiente muy vertical y con muchos zigzag, con roca suelta y grandes bloques, nos conduce al glaciar del Taillón que a estas alturas del año, aunque conserva mucha nieve, ya no es lo que fue. Nos queda superar una última rampa para poder llegar hasta Coll de Serradets (2589 m.), desde el cual ya vemos el refugio y nos encaminamos a él. Una vez llegamos al refugio de la Brecha o de Serradets (2587 m.). intentamos conseguir cama para pasar la noche, pero esta tan masificado que nos resulta totalmente imposible, por lo que nos decidimos a seguir nuestra ascensión y realizar un vivac cerca del Taillón. Menos mal que hemos sido cautos y hemos traído una pequeña tienda vivac para los dos. Comenzamos ascendiendo por una pendiente muy pronunciada, que en su inicio siempre esta nevada y que al poco se transforma en una senda de piedra descompuesta y que hace un poco más penosa nuestra marcha. Después de un par de grandes lazadas conseguimos llegar a la base del glaciar de la Brecha.

La vista que tenemos sobre la Brecha es espectacular. Nos adentramos en el glaciar y sin dificultad vamos ascendiendo hasta el último resalte, que nos obliga a utilizar las manos para progresar. Brecha de Roland (2805 m.). A pesar de las fechas en que estamos, sentimos fresco al cruzarla y decidimos no detenernos mucho en ella, dado que estamos mojados. Continuamos hacia nuestra derecha (O) y avanzamos entre grandes bloques y roca descompuesta bajo el farallón rocoso del pico Bazillac, que poco a poco y en ligero ascenso nos lleva a la Falsa Brecha o collado del Dedo (2910 m.). Lo cruzamos por su vertiente N, dejándolo a nuestra izquierda y nos encaramamos a la última parte de la ascensión por terreno cómodo y bien marcado, que tras un repecho inicial con bastante pendiente y que se sube en zigzag, poco a poco se va suavizando y en pocos minutos nos sitúa en la cima del Taillón (3144 m.). La tarde es espléndida, las vistas inmejorables y la compañía todavía mejor. Son más de las siete de la tarde y nos tenemos que mover para encontrar un sitio para poder instalar nuestra pequeña tienda de campaña, comer algo y disponernos a dormir, puesto que mañana nos espera otra jornada dura pero muy interesante.

Decidimos descender hacia el collado de los Gabietos hasta encontrar un lugar protegido del viento para poder instalar nuestra tienda. Nos cuesta cierto tiempo encontrarlo, dado que el caos de piedras y bloques no ayudan a ello. Una vez instalados reponemos fuerzas y con la caída del sol nos metemos en nuestros sacos a descansar.

Día 2 - Nos levantamos al amanecer. Hace mucho frío y apenas hemos descansado porque el viento ha estado soplando con mucha fuerza durante toda la noche. Después de comer algo deshacemos el camino andado el día anterior y nos volvemos a elevar hasta encontrar el camino que en claro descenso y con roca muy descompuesta nos lleva hasta el collado de los Gabietos (2935 m.). Remontamos (NO) el contrafuerte por una serie de canaletas descompuestas, que en breve nos sitúan en la cima NE de los Gabietos (3031 m.). Hito. Bajamos por la arista (SO) hasta una brecha (I) que rápidamente vuelve a ascender por la vertiente de Aguas Tuertas y en la parte final vuelve a la vertiente opuesta (NO). En este tramo final encontraremos algún paso aéreo pero sin grandes complicaciones llegamos a la cima SO de los Gabietos (3034 m.). Hito.

Volvemos sobre nuestros pasos y una vez en la brecha que divide ambas cimas, vamos en diagonal en busca del Collado de los Gabietos. A partir de este momento sólo nos queda superar una cuesta vertical y de roca muy descompuesta, que no sin algún esfuerzo nos vuelve a situar en la parte alta de la arista del Taillón. Descendemos donde hemos dejado la tienda de campaña y nuestras mochilas y una vez recogido todo y haber comido algo, nos disponemos a continuar con nuestra ruta. El sol ya empieza a calentar y es de agradecer. Descendemos hacia dos pequeños lagos para a continuación ascender por pedrera hasta la muralla del Bazillac. En pocos minutos volvemos a la Brecha de Roland y continuamos (E) bajo la muralla del Casco, en claro descenso.

Después de unos minutos, nuestro camino que sigue una senda muy evidente y bien marcada, jira a la izquierda para bordear la pared por un paso expuesto y equipado con cadenas, pero en claro sentido ascendente que nos llevará hasta la base de los picos Casco y Torre (2810 m.).

En este punto aprovechamos para comer y beber algo y dejando las mochilas resguardadas entre bloques de piedra, nos disponemos a ascender los últimos metros. Seguimos la senda trazada en una gran canchalera (NO) y realizando una gran diagonal con un desnivel importante, llegamos a un pequeño rellano por el que volvemos a ver la vertiente de Taillón. Seguimos (N) hasta alcanzar la arista final que la superamos utilizando las manos (I+) y en pocos minutos pisamos la cima aérea del Casco (3006 m.). Hito.

Después de unos minutos admirando el paisaje nos decidimos a bajar por el mismo camino empleado para la subida, hasta donde hemos dejado las mochilas. Comemos y bebemos para recuperar nuestras fuerzas, dado que todavía nos queda mucho que andar. Es medio día y el sol calienta con mucha fuerza y apenas hay sitios donde poder resguardarse de él y para nuestra desgracia, terminamos toda el agua que llevamos en nuestras cantimploras. Sin perder la esperanza de encontrar algún hilo de agua, dado que a estas alturas hay zonas nevadas, seguimos nuestro camino dirección de la Torre. Por buena senda y en continuo ascenso, llegamos a la base de una canal descompuesta y muy vertical, que decidimos ascender para acortar la subida a la Torre.

A duras penas conseguimos ir ganando altura y ya casi al final de la canal, nos encontramos con el hilo de agua por el que suspirábamos y sin perder tiempo, nos disponemos a llenar nuestras cantimploras. Con mucha dificultad conseguimos nuestro objetivo y seguimos con nuestro camino y ya casi sin obstáculos, llegamos a la cima de la Torre de Marbore (3009 m.). Hito.

Después de comer y beber un poco, seguimos adelante a través de unos neveros. Vamos superando obstáculos que tan pronto suben como bajan, siguiendo unos pocos hitos que aparecen muy de vez en cuando (no es un tramo aconsejable con mala visibilidad). Poco a poco y sin un trazo claro, nos dirigimos hacia el collado de la Cascada (2931 m.). Seguimos dirección (E) transitando por un pequeño glaciar bajo la pared de la Espalda y poco a poco nos acercamos hacia las paredes de los picos de la Cascada. Es media tarde y llevamos muchas horas de marcha, por lo que decidimos buscar un sitio para poder plantar nuestra tienda vivac y descansar. Por mucho que buscamos no es fácil de encontrar una pequeña plataforma para nuestra tienda y después de mucho tiempo y cerca del cruce de caminos entre los picos de la Cascada y el Marbore, en una faja rocosa encontramos una pequeña plataforma que después de limpiarla de piedras sueltas, conseguimos por fin instalar nuestra tienda.

Comemos, bebemos y después de ver anochecer nos metemos en nuestros sacos para intentar descansar y dormir.

Día 3 - Nos levantamos helados y vemos que estamos rodeados por una densa niebla que dificulta mucho la visibilidad. El Plan para hoy es subir a los Picos de la Cascada, Marbore y el Cilindro. Después de recoger todo y comer algo, nos dirigimos hacia los picos de la Cascada. Seguimos algunos hitos que encontramos y sin tener muy claro a donde nos llevan, poco a poco vamos ganando altura. Es una mañana muy fría y a duras penas conseguimos entrar en calor. Después de un buen rato de ascenso, conseguimos llegar a lo que parece un pico. Vamos recorriendo la arista cimera y llegamos a otro, que ante la falta de visibilidad suponemos pueden ser los picos de la Cascada (3095 m.). Hito.

Descendemos a ciegas hasta volver cerca de donde hemos comenzado la ascensión y buscamos desesperadamente entre la niebla el camino de ascenso al Marbore. Después de varios intentos y haber perdido mucho tiempo, decidimos desistir de subir a la cima del Marbore y continuar el camino hacia el lago helado.

En la medida que vamos ganando altura y el sol va calentando, empieza a desaparecer la niebla aunque sopla un viento helador. Llegando a la base del Cilindro y una vez la niebla ha desaparecido, nos damos cuenta de lo perdidos que hemos estado buscando el acceso al Marbore. Ya no hay solución y dejamos pendiente su ascensión para otra ocasión.

Una vez llegamos al lago helado (2980 m.) y situados entre el Cilindro y el Monte Perdido, giramos a nuestra izquierda (E) y comenzamos un ascenso penoso y muy duro, por una canal totalmente descompuesta y muy vertical (30º). A duras penas conseguimos llegar hasta el cuello del Cilindro (3074 m.) y ya en él, debemos de girar a nuestra derecha y afrontar una chimenea evidente (II) para superar el muro rocoso inicial (existe un anclaje para rapel).

Un poco más a la izquierda, sobre la vertiente del Marbore, existe otra chimenea practicable y de menor dificultad (II-). Una vez superado este primer escollo, la vía avanza por el filo de la cresta, muy aérea pero entretenida y tras superar algún muro vertical (I+) nos conduce sin dificultad a la cima del Cilindro de Marbore (3325 m.). Dado el frío que hace, decidimos bajar cuanto antes. Con mucha precaución iniciamos el camino de vuelta y una vez en la chimenea, aunque al principio dudamos un poco, nos decidimos a bajar por la más difícil pues la vemos más accesible. Ya ha pasado el medio día y paramos un momento para comer y beber antes de seguir

Desde el cuello del Cilindro tenemos que descender por la canal descompuesta que hemos utilizado en nuestro ascenso, pero bajar nos resulta mucho más sencillo y después de unos minutos nos encontramos nuevamente en el lago helado. Manteniendo el lago a nuestra derecha, vamos directos a la pared rocosa que tenemos en frente, que aunque parece un tanto inaccesible, existe una zona vulnerable y que nos permite alzarnos sobre el Cuello del Cilindro (3074 m.). Descendemos (N) por graveras hasta que una diagonal  (NE) nos lleva al glaciar del Monte Perdido. Tenemos que extremar las precauciones pues a estas alturas del año el hielo en muchas zonas es visible y un resbalón, podría tener consecuencias graves.

Poco a poco y apoyándonos en los islotes rocosos conseguimos descender el glaciar y situarnos sobre una plataforma colgada de unos 15 metros. Si no disponemos de una cuerda para montar un rapel desde el anclaje instalado, no queda otro remedio que ir hasta el extremo (NE) del glaciar y hacerlo por una chimenea, poco expuesta y con buenos agarres (II), que en definitiva es lo que hacemos nosotros.

Ya en la morrena del glaciar (2700 m.) seguimos (N) hasta la depresión situada al pie del ibon de Marbore. El tiempo ha empeorado y el cielo está cada vez más encapotado, por lo que intuimos que antes o después nos caerá una buena tromba de agua. Estando cerca del Refugio de Tucarroya, decidimos pasar la noche en él y no exponernos a pasarla en nuestra pequeña tienda vivac. Rodeamos el lago y por una pendiente suave comenzamos la subida al refugio. En la parte final se sube por una canal muy descompuesta y vertical, que no sin esfuerzo conseguimos superar, llegando al refugio de Tucarroya (2666 m.). Es media tarde y justo entramos y empezamos a comer algo, comienza a descargar una impresionante tormenta con un gran estruendo y muchísimos rayos, que por suerte nos pilla resguardados. Después de comer y beber nos disponemos a dormir a cubierto, sobre un colchón y tapados con mantas.

Día 4 - Nos levantamos por la mañana, después de haber descansado cómodamente y cuando miramos a través de la ventana, nos llevamos una agradable sorpresa cuando vemos que el día es radiante. El sol brilla más que nunca y no hay ni una sola nube en el cielo. Comemos algo y nos decidimos a salir con la intención de subir a los picos Astazou. Descendemos por la canal descompuesta que habíamos subido la tarde anterior y después de rodear el lago de Marbore, caminamos en paralelo a la pared de la presa hasta su desagüe.

Seguimos el camino marcado con hitos (NO) y poco a poco, vamos ganando altura hasta que un contrafuerte que baja del pequeño Astazou nos obliga a desviarnos a la derecha y subir entre roca muy descompuesta hasta el collado Swan (2964 m.), entre el Pequeño y el Gran Astazou.

Avanzamos (ENE) por el filo de la cresta que tras superar distintos resaltes, con alguna pequeña trepada, conseguimos ganar la cresta cimera y que seguimos en horizontal hasta la cumbre del Gran Astazou (3071 m.). Después de un merecido descanso, comemos, bebemos y tras disfrutar de las inmejorables vistas que nos ofrece, tomamos el camino de vuelta hasta el collado Swan. Ascendemos (O) por unos grandes bloques de piedras y antes de llegar a la arista cimera (aérea), debemos de recorrer un pequeño sendero que transita por debajo de una gran roca. Cima del Pequeño Astazou (3012 m.).

Descendemos con relativa facilidad hasta las inmediaciones del lago de Marbore y nuevamente debemos de subir hasta el refugio de Tucarroya y cruzar su brecha para descender al circo d´Estaubé.

Es medio día cuando iniciamos el descenso por el pronunciado corredor de la vertiente norte, que generalmente mantiene la nieve en pleno verano (F+). Bajamos extremando las precauciones y cuando llegamos a la altura de una horcada (2431 m.) salimos del corredor por nuestra izquierda. Bajamos la muralla rocosa del circo d´Estaubé, hasta llegar al camino que la cruza a media ladera. Siguiendo la pista descendemos hasta un cruce (2200 m.) donde se termina el descenso y nuevamente, comenzamos a ganar altura (O) hasta situarnos en la Horquette d´Alans (2430 m.).

Comenzamos el descenso por un camino ancho y muy transitado, que nos lleva al refugio Des Espuguettes (2027 m.), donde aprovechamos para comer y beber algo, además de descansar. Seguimos perdiendo altura por el excelente y sinuoso camino del parque nacional y siguiendo las marcas de la GR10, pasamos cerca de la Cabane de Pailla (1800 m.), bajo la cara norte de los picos Astazou. El sendero entra en el Bois de Pailla y desciende en zigzag por una pronunciada senda flanqueada por dos torrentes. Poco a poco vamos perdiendo altura y llegamos a la pista que va de Gavarnie a la Cascada y tras cruzar el río a la altura del camping, recorremos los últimos metros por carretera asfaltada hasta el centro de Gavarnie (1370 m.).

Esta noche cenaremos calientes, nos ducharemos y dormiremos en una cama en condiciones y seguro que nuestro cuerpo nos lo agradece.

Ficha técnica

  • Ruta: Cilindro de Marboré Travesía circular circo de Gavarnie
  • Ubicación:Pirineos
  • Categorías : Subida a pie, Travesía
  • Dificultad:PD+
  • Ruta circular:
  • Termina en el punto de salida:
  • Acceso:Desde Gèdre (43 km. de Lourdes) se sigue la carretera hasta Gavarnie.
  • Tiempo ascenso:4 días
  • Características:Travesía circular de cuatro días.
  • Material:Cuerda y bastones.
  • Condiciones:Recorrido de alta montaña que requiere un mínimo de conocimiento técnico (cuerda) y preparación física.
  • Época: Verano, Otoño
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