Rysy y el hermoso lago Morskie Oko
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Rysy es la montaña más alta de Polonia, ubicada en la cordillera más alta de los Cárpatos llamada Tatras. En verano es uno de los destinos más populares para los polacos; en invierno, en cambio, se convierte en escenario perfecto para los arduos entrenamiento de los Himalayistas del país.
Primer día en los Tatras. Día de estreno y no conocemos el terreno. El desconocimiento hace que dudemos de todo. Hasta de las condiciones de la nieve. Nos informamos de dónde tenemos que dejar el coche y que desde este punto hay una buena caminata hasta Morskie Oko. Tanto que no estamos seguros de si podremos llegar hasta la cima de Rysy, con nieve, el mismo día.
Lo que nos ayuda a tomar la decisión de continuar sobre el plan establecido es la previsión del tiempo. Vemos que en la semana y media que vamos a pasar en Polonia, el único día aceptable es el del día siguiente. Por lo que decidimos que tenemos que aprovecharlo.
Dejamos el coche en el aparcamiento de pago de Lisa Polana. Los terrenos son privados, y los particulares sacan provecho de la situación. 10,6 kilómetros nos separan de Morskie Oko, uno de los lugares más bellos de Polonia. Hay gente que opta por ir en carruaje, ya que el camino está asfaltado. Nosotros lo hacemos a pie y tardamos hora y media, más o menos.
Vemos que vamos a buen ritmo y seguimos adelante. Bordeamos todo el lago y llegamos al otro extremo. Desde aquí, una loma de nieve nos conduce al siguiente lago, situado 200 metros más arriba. Cogemos una altura de 1600 metros. A partir de aquí el grosor de la nieve es mayor, lo que produce que nuestra velocidad de avance vaya disminuyendo.
Volvemos a bordear el lago por el lado izquierdo. Llegamos a la siguiente pala de nieve, que coge una inclinación constante de 35º. Avanzamos tras los pasos de cuatro polacos. Por detrás, sólo nos sigue un asiático con su cámara en mano.
Tras haber ascendido unos 300 metros, los Polacos se confunden de camino y deciden dar la vuelta. El asiático toma la misma decisión. Y creo que es la correcta, teniendo en cuenta que no estaba equipado ni siquiera con crampones. Nosotros, al ver aquel percal, nos decimos el uno al otro: “¿Si los Polacos se dan la vuelta, que hacemos nosotros aquí?”
Empezamos el descenso. Después de bajar 100 metros, aparece de pronto una pareja de Polacos en dirección a la cima. Miramos recelosos como nos cruzan. Sentimos envidia y celos. Nos da rabia que sigan, viendo que nosotros vamos más equipados. Le miro a Beñat y le comento que le parece la idea de retomar el camino de ascenso. Al principio parece una locura, sobre todo después de habernos hecho a la idea de la cerveza que nos íbamos a tomar en el refugio de Morskie Oko.
Empezamos a tirar para arriba con fuerzas renovadas. Pillamos en seguida a la pareja. Les pedimos permiso para pasarles y abrir el camino. Vamos como toros pisando la nieve que nos llega hasta las rodillas. Cruzamos toda una loma hasta la canal que sube por la ladera norte de la cima. Aquí se pronuncia un poco más la cuesta.
La nieve estaba un poco blanda. Decidimos dejar el centro de la canal y subir por su izquierda, por una especia de arista nevada. De vez en cuando salen cadenas del suelo, que suponemos que transcurren por el camino de verano. La pendiente se pone tiesa, unos 45º. Nos apoyamos con el piolet. Nos damos cuenta de que la pareja nos sigue las pisadas. Ellos sólo llevan bastones.
La última arista cimera es bastante aérea. La hacemos ayudados por unas cadenas fijas y el apoyo del piolet. Intuimos que a la bajada necesitaremos la cuerda para destrepar lo ascendido. Con poco material, la pareja nos sigue y a 50 metros de la cima, se paran para darse la vuelta, al darse cuenta del peligro al que se enfrentaban. Les prestamos ayuda para recorrer los últimos metros y juntos hollamos de cima.
A la bajada destrepamos, rapelamos por la canal y ayudamos a hacer lo mismo a la pareja Polaca. Están muy agradecidos con nosotros. En el descenso jugamos con la nieve, su grosor nos permite amortiguar nuestro saltos y tonterías.
Llegamos con la intención de dormir en el refugio, ya que llegamos cansados. Pero no somos conscientes de toda la gente que se suele aglutinar por el valle. Pero estamos de suerte y conseguimos dos cómodas camas. Después de ducharnos, bajamos al comedor y nos encontramos a nuestros compañeros de viaje. Y para nuestra grata sorpresa, nos brindan seis latas de cerveza de medio litro. ¡Una buena manera de celebrar el ascenso a la montaña más alta de Polonia!
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Ficha técnica
- Ruta: Rysy Ruta normal en invierno
- Longitud:1300 m.
- Ubicación:Cárpatos
- Categorías : Crampones, Subida a pie
- Dificultad:PD
- Graduación de la escalada en roca:I
- Graduación del corredor:45º
- Acceso:Dejar el coche en Lisa Polana y seguir una pista hasta Morskie Oko.
- Tiempo descenso:2h
- Características:Ruta de dificultad sencilla, pero tener cuidado con la canal final y, sobre todo, en la aérea arista cimera.
- Material:Crampones, casco, piolet, cuerda (opcional) y arnés (opcional).
- Condiciones:Palas este pronunciadas, mirar condiciones nivológicas previamente.
- Época: Invierno, Primavera
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