Travesía circular del Balaitus
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Balaitus, una de las montañas más emblemáticas del Pirineo y el primer tresmil si marchamos desde el Cantábrico, siempre ha ejercido una atracción especial en nosotros. Lo hemos visto desde todos los ángulos y hollado su cima en más de una ocasión por diferentes vías (glaciar de las Neus, brecha Latour, Gran diagonal, arista noroccidental) e incluso hemos dormido en su cima al abrigo de miles de estrellas. Esta vez hemos querido hacer algo especial y tomándolo como eje, nos disponemos a realizar una travesía circular, que partiendo desde el embalse de la Sarra y tras pasar por los refugios de Respumoso y Larribet, nos volverá a dejar en el punto de partida.
Esta mañana el cielo está totalmente despejado, preludio de un día espectacular, pero hace mucho frío, tanto que incluso ha helado. Dejamos el coche cerca del muro del embalse de la Sarra y emprendemos nuestra marcha por la pista que asciende hasta el chalet del ingeniero, la cual está cerrada por una cadena a todo vehículo no autorizado. Estos primeros metros los hacemos siguiendo las trazas de la GR11 que se dirigen a Sallent de Gállego. A los 10´ dejamos a la derecha la GR11 y continuamos por nuestra izquierda, siempre en camino ascendente, por los numerosos atajos existentes y que nos liberan de tener que caminar por la sinuosa pista.
Pasamos cerca de un muro de contención, que dejamos a nuestra izquierda, antes de ascender la última pendiente que nos sitúa delante de la casa y el enorme panel, visible desde el valle. Seguimos la pista hasta situarnos en la vertiente del río Aguas Limpias, por donde comenzamos a ascender, por numerosos zigzag, hasta en diminuto ibón de Ibonciecho (2.225 m).
El collado de Musales (2.569 m), al cual nos dirigimos, se encuentra en perpendicular al ibón y es perfectamente visible desde aquí. Tenemos por delante un desnivel de 344 m, que afrontamos con decisión.
La primera imagen, una vez llegamos a él, es espectacular. El conjunto que forman las Frondiellas, Balaitus, Crestas del Diablo y Cristales, con el ibón de Respumoso a sus pies, es de postal. Sólo por ver esto merece la pena subir hasta aquí.
La cima de Musales (2.653 m) se encuentra muy cerca y sin perder tiempo nos dirigimos a ella. En apenas 10´conseguimos llegar.
Miremos donde miremos, seguimos disfrutando de unas vistas magníficas. El viento del norte sopla con fuerza y arrastra la niebla desde la parte Francesa a través de los collados de la Peyre St Martin y Labedan. Dado que tenemos que pasar por ellos, esperemos deje de hacerlo.
Deshacemos el camino andado y volvemos al collado de Musales. Los primeros metros del descenso hacia la vertiente de Respumoso, no son difíciles pero no podemos descuidarnos.
Una vez destrepamos el primer muro, continuamos por senda siguiendo los numerosos hitos que encontramos en el camino, hasta que llegamos a la altura del ibón de Respumoso.
A partir de aquí tenemos dos opciones: o continuar hacia el muro de la presa para seguir la GR11 que sube desde la Sarra y nos llevará al refugio de Respumoso y al ibón de Campo Plano o por el contrario, seguir hacia nuestra derecha directamente al ibón de Campo Plano, sin necesidad de pasar por el refugio de Respumoso. Nos decidimos por esta segunda opción con la intención de ganar algo de tiempo.
Aunque el viento sigue soplando con mucha fuerza, la niebla que era arrastrada a través del collado de la Peyre St Martin (2.295 m) ha desaparecido.
Varios neveros nos salen al paso al entrar en tierras Francesas.
Dejamos a nuestra derecha la senda que sube al collado de Cambales y comenzamos el largo descenso.
Poco a poco, las nubes van cubriendo el cielo. Al cabo de un tiempo llegamos a los lagos de Remoulis (2.019 m), así como al cruce del refugio de Ladormeur (1.950 m), vía de acceso al Balaitus por el Glaciar de las Neus, que dejamos a nuestra izquierda.
Hemos llegado a las inmediaciones del lago Suyen (1.535 m), pero sin necesidad de llegar hasta él, giramos a nuestra izquierda para descender dirección a la cascada de Doumblas.
A partir de aquí volvemos a ascender, hasta llegar a La Claou (1.740 m), puerta de entrada a un precioso valle encajonado, donde el agua fluye descontrolada.
Al fondo podemos ver el refugio de Larribet. La última pendiente se nos atraganta un poco, no es de extrañar, con las horas que llevamos y apenas hemos comido algo.
Refugio de Larribet (2.060 m), 62 plazas y abierto de Mayo a Octubre. Está gestionado por una guardesa que además de atenta es muy simpática. Llegamos mojados y una vez que nos detenemos sentimos frío. Nos cambiamos de ropa y aprovechamos para comer y tomar un chocolate caliente, que lo agradecen nuestros estómagos.
Por la parte trasera del refugio continua la senda que nos hace ganar altura rápidamente. Vamos caminando en paralelo a la cresta de la Garenère.
Una vez llegamos a la altura de los lagos inferiores de Batcrabère (2.116 m), vemos que la niebla esta cada vez más cerca.
Una nueva pendiente nos eleva hasta el lago superior de Batcrabère (2.180 m). Es una lástima que la niebla nos impida ver la arista noroccidental del Balaitus y su espectacular aguja Lamathe a nuestra izquierda, así como la arista SE del Palas a nuestra derecha.
A la altura de los lagos de Micoulaou (2.302 m), nos encontramos con dos opciones por las que podemos continuar: la primera nos llevaría hasta el Col Noir (2.625 m) siguiendo los hitos que jalonan el camino y la segunda, nos llevaría al Puerto de Lavedan (2.615 m) siguiendo las marcas rojas y blancas de la HRP, que une los refugios de Arremoulit y Larribet.
Nosotros nos decidimos por la ruta del Puerto de Lavedan. Con esta niebla no queremos correr riesgos y preferimos ir siguiendo las numerosas marcas de pintura existentes de la HRP, dado que los hitos son difíciles de ver en estas condiciones.
Vamos confiados siguiendo las marcas, hasta que estas desaparecen a la altura de un nevero muy cerca del puerto. La niebla nos impide ver las dimensiones del nevero y eso nos preocupa. Por más que lo intentamos por un lado y por otro, no tenemos forma de evitar la nieve.
Decidimos intentarlo por el Col Noir. Nos cuesta seguir los hitos, la niebla no nos da tregua. Poco a poco, vamos ganando altura y aunque un nevero defiende el paso, lo evitamos sin problemas.
Col Noir (2.625 m). Hemos conseguido cruzar a la vertiente de Arriel. Teníamos la esperanza de ver el sol en esta vertiente, pero nada más lejos.
Abandonamos la senda que por la izquierda se dirige al Abrigo Michaud y a la Gran Diagonal y continuamos por nuestra derecha descendiendo por una ladera muy vertical, de hierba y piedras sueltas. Llegamos hasta el lago Helado (2.420 m), que está envuelto en una densa niebla y apenas se ve. Tiene más agua que de costumbre y es mucha la nieve que lo rodea. Seguimos los hitos que por la margen derecha se dirigen al desagüe, por donde cruzamos, para descender dirección al ibón alto de Arriel.
Como intuíamos, empezamos a salir de la densa niebla y ya vemos abrirse los primeros claros. Podemos ver la cima del Palas, así como una de sus aristas emblemáticas, el Pitón Von Martin. El Puerto de Lavedan sigue escupiendo cantidades ingentes de niebla dificultando sobremanera su tránsito. Menos mal que en el último momento hemos decidido no pasar por el, creemos que ha sido la decisión más acertada.
A medida que nos adentramos en tierras oscenses, va desapareciendo la niebla. La pronunciada pendiente nos lleva hasta el ibón alto de Arriel. Dejamos a la derecha la senda que sube al collado (2.448 m) y al refugio de Arremoulit (2.305 m) y continuamos bajando por su izquierda hacia el ibón medio, junto al cual vemos vivaquear a varias personas, hasta que llegamos al ibón bajo y más pequeño de los tres.
Dejamos a nuestra izquierda el camino que nos llevaría a Respumoso y continuamos en busca del desagüe del ibón, para comenzar el descenso hacia el Llano Cheto. Estamos de suerte, el Balaitus emerge entre la niebla y parece querer despedirse de nosotros.
Un estrechamiento bastante vertical y con grandes bloques, nos conduce a una pendiente muy pronunciada en la base del pico Arriel (marcas rojas) y por la que bajamos rápidamente hasta enlazar con la GR11 que se dirige de La Sarra a Respumoso, justo a la altura de la cascada del río Aguas Limpias, cerca del Llano Cheto.
La travesía, así como el día tocan a su fin. Apenas nos quedan unos pocos kilómetros para llegar a la Sarra y la oscuridad nos empieza a envolver. Cada vez vemos menos, sobre todo, cuando caminamos por el bosque. Después de 12 intensas horas caminando, hemos podido terminar la travesía circular de una de las montañas más emblemáticas del Pirineo. Ha sido una pena lo de la niebla, que nos ha impedido ver algunos paisajes espectaculares, como la arista noroccidental del Balaitús (3.144 m),
O la Arista Sureste del Palas (2.974 m).
A todo aquel que disponga de tiempo, le recomendaría lo hiciera en tres etapas:
ETAPA 1- Embalse de La Sarra/refugio Larribet, con la ascensión del pico Musales (2.654 m).
ETAPA 2- Refugio Larribet / Refugio Arremoulit, con la ascensión del Palas (2.974 m) por la chimenea Ladormeur y descenso por la arista de los Geodésicos.
ETAPA 3- Refugio Arremoulit/La Sarra, con la ascensión del Pico Arriel (2.824 m) y descenso por el collado de la Soba.
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Ficha técnica
- Ruta: Travesía circular del Balaitus
- Ubicación:Pirineos
- Categoría : Travesía
- Dificultad:PD
- Ruta circular:Sí
- Termina en el punto de salida:Sí
- Acceso:1 km. de carretera + 4 km. de pista asfaltada desde Sallent de Gállego. Embalse de la Sarra (1438 m.)
- Tiempo ascenso:12:00 h
- Características:Ruta muy larga y de gran desnivel. Preferible dividirla en dos o tres etapas.
- Época: Verano, Invierno, Otoño, Primavera
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